viernes, 27 de febrero de 2015

RECOLECCIÓN Y CONSERVACIÓN DE ALGAS MICROSCÓPICAS

La recolección de estos vegetales microscópicos normalmente se realiza con la ayuda de
una manga tupida. Una vez que el depósito es considerable (visualizable) éste se pasa a unos
pequeños botes que contienen una solución de formol al 4%, con objeto de fijar el material
vivo. En el laboratorio, tras centrifugar varias veces el material, se pasa a su montaje entre
porta y cubreobjetos.

RECOLECCIÓN Y CONSERVACIÓN DE ALGAS MACROSCÓPICAS

Para la recolección es útil llevar una espátula o navaja. Es importante recoger todo el individuo completo asegurándose de tener el sistema de fijación también.
Es imprescindible preservar inmediatamente las muestras recolectadas en frío y
oscuridad, siendo bastante útil llevar una nevera portátil, poniendo las muestras en bolsas de
plástico con autocierre sin agua de mar, pues el agua puede favorecer la descomposición.
Para la conservación de algas marinas es imprescindible su fijación, por lo que las
muestras se pasan a frascos de cristal o plástico, o bien a bolsas autocierre, añadiendo una
solución de formol al 4%, en cantidad suficiente para que cubra la muestra (en el caso de las
bolsas autocierre es conveniente hacer el vacío a la bolsa). Otros medios de fijación también
recomendados son una solución de etanol (de baja graduación) o una mezcla
alcohol:glicerina:agua (AGA) a igual porcentaje.
Se procede, lo antes posible, al prensado y secado del material.



 Para ello es necesario seguir el siguiente proceso:
1.-Lavar bien las muestras en una bandeja con agua, seleccionar y separar bien los ejemplares
que queramos prensar, eligiendo aquellos que se encuentren enteros y con buena pigmentación.
2.- En una bandeja limpia se añade el agua suficiente para que cubra el fondo, y se introduce
una cartulina blanca (de tamaño acorde con la muestra) en el agua, colocando al individuo que
deseamos preparar sobre ella y extenderlo todo lo más posible con ayuda de las pinzas y la
aguja, e incluso de los dedos.
3.- Volcar poco a poco la bandeja con la cartulina y el alga para quitar el agua de la cartulina; a
continuación sacarlo todo fuera de la bandeja y extender encima un trozo de tela porosa, que
evitará que se pegue el alga al papel secante.
4.-Finalmente la cartulina con el alga y la tela encima se incluyen en una “camisa” o pliego de
hojas de periódico no satinadas y, a su vez, entre almohadillas de papel secante. Si no se
dispone de papel secante se pueden sustituir por “librillos” de unas cuantas hojas de periódico.
5.-Preparados los pliegos y dispuesta la pila es necesario entonces someterlos a cierta presión
a fin de evitar que las algas, durante el proceso de desecación, se arruguen. La presión
necesaria para una preparación adecuada se logra valiéndose de una prensa. La prensa más
simple consiste en dos tablas recias de madera, entre las cuales se coloca la pila de
almohadillas y de pliegos de periódico con algas, y sobre la tabla superior se coloca una pesa
grande de 10 Kg o más. La pesa puede sustituirse por una pila de libros grandes y pesados. Sin
embargo, es mejor reemplazar la pesa por un par de tornillos. La prensa que usan los botánicos
consta de dos tapas o listones (superior en inferior) donde se incluyen dos largos tornillos
(ejes) con sus correspondientes manivelas de palometa amplia. Entre estos listones se
localizan las tablas (superior e inferior) donde se situarán, para su prensado, las “pilas”
6.- Todos los días se deshará la pila. Las almohadillas y las camisas húmedas serán cambiadas
por otras secas. Este proceso se repetirá hasta comprobar que el material está totalmente
seco.

jueves, 26 de febrero de 2015

RECOLECCIÓN Y CONSERVACIÓN DE SETAS

En la recolección de setas (cuerpos fructíferos de los hongos) hay que tener en cuenta
que es un material fácilmente putrescible y que, por tanto, debe ser tratado con sumo
cuidado (no se deben meter en bolsas de plástico, ni apretar unos contra otros, etc.). Los
micólogos recomiendan que la recolección se haga en cestos de mimbre u otro material, o bien en cajas de cartón, procurando que los ejemplares no se fracturen.
Las setas, una vez recolectadas, son muy efímeras, presentando un alto grado de
modificación en su forma, color, textura, olor, sabor, etc. (caracteres todos ellos de valor
diagnóstico). Por ello, nada más llegar al laboratorio es recomendable, con el material aún fresco, rellenar una ficha en la que se recopile cuantos caracteres sean necesarios para su determinación. Es conveniente anotar aquellos datos referidos a la variabilidad y terminología descriptiva del píleo (o sombrerillo) y del pie (o estipe) de la seta.


Una vez recolectado y anotados sus caracteres, la mejor manera de conservar las setas
es por desecación, para o cuál o bien se introducen en una estufa de aire caliente o se colocan
próximas a un calefactor de aire caliente en una habitación seca, durante el periodo que sea
necesario. La desecación debe de ser total.
También es conveniente recoger las esporas, que se desprenden a mediada que la seta se
seca. Para ello simplemente se coloca el sombrerillo sobre la parte de la ficha dedicada a este
menester.
Para la conservación durante un tiempo prolongado es necesario un ambiente con
atmósfera seca. Los especímenes se conservan en bolsas de papel con sus fichas
correspondientes. Si el material quiere ser conservado para su exposición, basta incluirlo en
un frasco de cristal con solución de formol o de AGA, sin que sea necesaria su desecación
previa.

RECOLECCIÓN Y CONSERVACIÓN DE LÍQUENES Y MUSGOS

Estos organismos se caracterizan por presentar alta capacidad rehidratante, por lo que
una vez desecados pueden estudiarse sus estructuras añadiéndoles un poco de agua.
Su recolección es bien sencilla, aunque es conveniente llevar una pequeña navaja o
espátula que ayude a separar el talo liquénico o musgo del sustrato. En el caso de los líquenes crustáceos hay que llevarse también parte del sustrato, y cuando viven dentro o sobre rocas  habrá que valerse de cortafríos o martillo y cincel para separar un trozo de sustrato. En cualquier caso es importante limpiar bien y aislar de otros organismos y partículas, los especímenes que nos interesa estudiar.
Para trasladar y conservar el material es mejor emplear bolsas de papel o sobres, para
evitar la acumulación de humedad que puede enmohecer fácilmente los ejemplares
recolectados. Una vez en el laboratorio, o en casa, se extenderán y dejaran secar al aire
durante algunos días, protegidos de la luz directa, y sometidos a veces a una débil presión
para evitar que se arruguen. Una vez estén secos, se guardarán en sobres de papel con la
debida ficha de identificación.

lunes, 23 de febrero de 2015

Restablecer los equilibrios biológicos

Los agricultores ecológicos tratan de preservar los alimentos del medio natural y restablecer los equilibrios biológicos en sus campos de cultivo.
El equilibrio ecológico del huerto es fundamental para conseguir controlar y evitar plagas incómodas. El primer año el terreno tendrá probablemente un desequilibrio importante que deberemos ir ajustando con el tiempo, hasta conseguir crear un vergel de diversidad, que será indicador de que nuestro huerto está equilibrado y saludable.
En este sentido las fincas deben ser arborizadas de forma conveniente así como mantener vegetación natural en las lindes de los campos, principalmente con especies que florezcan durante el mayor tiempo posible, ya que constituyen un refugio, zonas de reproducción y alimento para la fauna benéfica, que será la que tendrá bajo control a aquellos organismos que se puedan transformar en plagas.
Un buen indicador de salud son los habitantes del huerto o fincas, fundamentalmente insectos. Conocerlos es esencial para futuras acciones, y debemos olvidarnos de la premisa de que las plantas y el suelo no deben albergar ningún ser vivo, sino todo lo contrario, una multitud y diversidad de depredadores de posibles plagas, constructores de suelo, polinizadores, descomponedores..

domingo, 22 de febrero de 2015

Protección de las plantas

En la agricultura ecológica, la base de la protección de las plantas es que éstas sean nutridas correctamente, los que les permitirá desarrollar un metabolismo equilibrado y saludable. Unido a esto, es indispensable mantener un suelo biológicamente activo y equilibrado, así como sistemas de cultivo y manejo de la vegetación natural que permita una fauna variada donde abunden los organismos llamados controladores biológicos. Para el agricultor ecológico, las categorías de malas hiervas y plagas se reducen, al comprender que la presencia de éstos no es más que una señal de la ruptura del equilibrio biológico y de un mal manejo de los sistemas por el agricultor.

sábado, 21 de febrero de 2015

Rotación de cultivos

Los requerimientos nutritivos de los diferentes cultivos no son los mismos, si solo cultivamos una variedad en  una parcela, los nutrientes requeridos por ese tipo de cultivo acabarán escaseando y tendremos una mala cosecha, por lo tanto, será necesario rotar las especies vegetales.
La agricultura ecológica da gran importancia a esta práctica agrícola ancestral, que es la sucesión de cultivos en una parcela dada, produciendo una diversidad de cultivos en el tiempo. Su planificación se realiza con el objetivo de mejorar las reservas de humus, y obtener un mejor aprovechamiento de los elementos nutritivos del suelo, estimular la actividad de los microbios y limitar el desarrollo de parásitos y enfermedades.
Los cultivos de la rotación que ocupan una temporada agrícola se denominan cultivos principales, mientras que los que ocupan períodos entre dos cultivos principales se denominan intercalares o secundarios.
Cuanta más variada y larga sea la rotación, más estable será el medio, con lo que habrá menos problemas de plagas y enfermedades. En una rotación debe entrar el mayor número posible de familias vegetales: gramíneas, leguminosas, crucíferas, umbelíferas, compuestas, solanáceas, etc.

jueves, 19 de febrero de 2015

Sistemas de producción diversificados

Rechacemos el monocultivo y apostemos por el cultivo de diferentes especies vegetales (ver compatibilidad en sección "Asociaciones de plantas"). La diversificación de las explotaciones, contribuye a la manutención y recuperación de la materia orgánica y de la productividad de los suelos, reduce la incidencia de las plagas y enfermedades, así como la presencia de plantas invasoras proporcionando mayor estabilidad biológica de los sistemas agrarios. Por otro lado la diversificación reduce los riesgos económicos de los productores (en caso de pérdida de una especie, por plaga o enfermedad especifica a esa especie vegetal, quedarán otras variedades de plantas).

El suelo

El suelo es un medio vivo y dinámico.
La gran diferencia entre agricultura ecológica y la convencional es la manera de tratar el suelo. Para la agricultura ecológica el suelo es un sistema biológicamente activo y su elemento más importante. Para la agricultura convencional el suelo es un mero soporte mecánico de la planta. El suelo posee una amplia y diversificada fauna y flora, que se integra a su fracción mineral y que depende de la transformación de la materia orgánica y del ciclo de los nutrientes.

martes, 17 de febrero de 2015

Beneficios de los productos ecológicos


Son alimentos muy beneficiosos para la salud, por su alto contenido en nutrientes y por no contener residuos tóxicos (hormonas, restos de pesticidas...). Además, se han obtenido de forma respetuosa con el Medio Ambiente y permiten que se conserve el patrimonio Natural y Cultural de nuestros territorios.
En nuestra vida diaria los gastos dedicados a la alimentación ocupa un lugar nada destacado. ¿Tan poca importancia tiene nuestra salud? 
Si se pretende realizar dieta sana, mediterránea y saludable, lo ideal es que las materias primas procedan de la Agricultura y Ganadería Ecológicas.
Apostando por estos productos, apoyamos también a los pequeños productores y fincas de nuestro territorio, que no pueden aguantar la competencia de los bajos precios de las grandes superficies comerciales.
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